De nuevo comienza un curso en la lucha. La campaña por la Justicia Norte-Sur se mezcla con las exigencias burocráticas de una campaña electoral que da mucha pereza. Los partidos políticos del poder, como gran gesto hacia los 'revolucionarios del 15-M', atendieron una de sus primeras y más sencillas reivindicaciones, cambiar la Ley Electoral. Y lo hicieron, vaya si lo hicieron. Obligando a los partidos minoritarios a recoger firmas, únicamente, para poder presentarse.
Una manera como otra cualquiera de librarse de ciertas opciones políticas y que, por mera cuestión estadística, dará más votos a los de siempre; es decir PPSOE (o FMI y Banco Mundial). Los partidos que no tenemos un aparato burocrático y financiero detrás, tendremos que mendigar las firmas que nos exigen para ejercer el derecho 'constitucional' de poder presentarse a unas elecciones. Y lo peor, es que sobre esta nueva reforma de la Ley Electoral, no se ha hablado.
En el plano ambiental, pedir firmas para que un partido político se presente a unas elecciones es todo una aventura. Desde aquellos que te firman por compromiso, a otros que realmente se sorprenden que tengas que reunir garabatos; pasando por los ignorantes y mediocres de siempre que sólo saben preguntar 'eso pa que é', 'esto no sirve pa ná', 'anda pa' que te metes en estos líos'... Al margen de los compromisos grupales, yo me he propuesto sacar 100 hasta el 11 de octubre, inclusive, y lo voy a conseguir... sea como sea...
En los demás temas de mi recién reestrenada rutina. Estrenando nuevo ciclo económico de cara a agosto de 2012; con un síndrome postvacacional de caballo; aguantando caras insoportables; con el Darío estrenando cole; con un juicio de mi tema laboral de hace tres años el próximo viernes y de nuevo intentando perder kilos.
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